Jesús del Monte

Respetamos nuestras tradiciones porque es la historia que se cuenta sin decir palabra alguna.
-Andrés González, habitante de Jesús del Monte.



Jesús del Monte


Conoce un poco de nuestra cultura.

TODAVIA parece que fue ayer cuando nosotros, los de la otra generación, estacionábamos el automóvil en alguna de las callejuelas típicas de Santa María de Guido y esperábamos el camión o decidíamos caminar por la llanura, entre hondonadas con cuevas, matorrales, arboledas, flores, lodo y represas que reflejaban la profundidad azul del cielo, el paso fugaz de las nubes aglomeradas y rizadas (a veces plomadas, en ocasiones blancas) y las siluetas de los pinos. Olía a tierra mojada, a vegetación, a naturaleza, a vida.


Entonces caminábamos, mientras recordábamos, por platicas de los ejidatarios, que el paraje por el que andábamos, al que se refiere el significado de origen purépecha, Guayangareo, “loma larga y achatada”, posee un sistema de cuevas e incluso agua subterránea.


Uno de ellos, ya de edad mayor en la segunda mitad de la década de los 80´s, en el intenso, turbulento e inolvidable siglo XX, a quien conocimos antes de nuestras excursiones, llevaba una espada colonial que, aseguraba, un día lejano de su infancia descubrió en las entrañas ya referidas , donde relataba la tradición oral la presencia se túneles y galerías (algunos con agua), que, incluso, conectaban ciertas fincas sacras del centro virreinal de Morelia. Todo quedaba en conversaciones en recuerdos, en leyendas.



Galería de fotos, próximamente.