Santa María de Guido

Es un lugar mágico, pintoresco y lleno de color. Amé la comida del lugar.
-Ricardo Becerril, visitante de Santa María de Guido.



Santa María de Guido


Conoce un poco de nuestra cultura.

RELATA LA LEYENDA que, en la antigüedad, hasta antes de lo días independientes de 1810, cuando los mexicanos protagonizaban batallas cruentas para romper los grilletes de la esclavitud, no existía el montículo, el tradicional motecito del calvario que antecede, en la loma, al sur de morelia, al otrora pueblo de Santa María de los Altos, hoy de Guido.


Igual que una joroba o un tumor en la epidermis de la tierra, el del Calvario es el mirador que surgió durante los años de insurgencia (según creencia popular del siglo XIX) el montículo enclavado en el cerro (para otros, en cambio, vestigios de un basamento prehispánico) la acumulación de piedras y tierra, desde donde uno, arrobado por las flores que crecen perfumadas y multicolores, enamorado del cielo nublado y de los rostros que sonríen, emocionado ante las caricias del viento húmedo y fresco, admira el escenario urbano, los rasgos de una ciudad de origen colonial que hoy, en la hora contemporánea, avanza inconteniblemente con su cutis y piel de vidrio, ladrillo, varilla y concreto.


Mientras uno asciende por los escalones de piedra y mira los pinos y otros árboles que han crecido libres y plenos en el Montecito del Calvario, la memoria se escabulle por estrechos y oscuros laberintos en busca de baúles y portones sellados con cerrojos, precisamente para sustraer expedientes amarillentos y empolvados que recuerdan los otros años, los de la juventud del siglo XX, cuando morelia se llamaba Valladolid y los insurgentes, combatían con fuerzas realistas en la región.



Galería de fotos, próximamente.